Imperium.

Fuimos como Adriano en el imperio Romano,
como Gengis Kan,
nos sentimos poderosos, como Alejandro Magno, como Isabel la Católica, como Atila.
Hicimos de la ruina, imperios, dominamos el mundo.
Colonizamos civilizaciones,
impusimos nuestra creencias,
 nos llenamos de riqueza.
gobernamos juntos,
lo teníamos todo entre nuestras manos.
Y de repente,
te fuiste,
e hiciste de nuestro imperio, ruinas,
dominaron nuestro mundo,
colonizaron nuestras civilizaciones,
nos impusieron sus creencias,
nos arrebataron las riquezas.
Dejamos de gobernar juntos,
y nuestras manos se quedaron vacías.
Maldije tu huida,
nunca fui capaz de comprenderla,
¿fuiste tú quién me dio poder,
o quién me lo arrebató?
Y entonces,
hice de tus ruinas, mi imperio,
me levanté, y resurgí de las cenizas,
fui el ave fénix emprendiendo el vuelo de nuevo,
dominé el mundo,
colonicé todas las civilizaciones,
impuse mis creencias,
me llené de riqueza,
y empecé a gobernar sola.
Fui como Cleopatra en el imperio egipcio,
me sentí tan poderosa como Leonidas, como Carlos I.